viernes, 6 de diciembre de 2013

ENTREVISTA INEDITA A EUGENIO MARTIN.

La siguiente entrevista al realizador Eugenio Martín que vais a leer a continuación fue realizada por Miguel Ángel Muñiz Menéndez para Ultramundo.A través de la encantadora Lone Fleming,este cuestionario llegó a las manos de Eugenio,el cual contestó las preguntas con gran amabilidad.Miguel Díaz González,administrador de Ultramundo tiene la cortesía de cederme en exclusiva esta entrevista para que sea leída por primera vez aquí.
Reitero los agradecimientos a los dos Migueles,a Lone y por supuesto a Eugenio.
Os dejo con las reflexiones del autor de las míticas Una vela para el diablo y Pánico en el transiberiano.

Eugenio y Lone ojean juntos el Cine - Bis de Javier G. Romero.

De entre las muchas películas que ha dirigido a lo largo de su carrera,¿de cuál está usted más satisfecho,haya o no tenido éxito?.
De cuatro o cinco.Tengamos la guerra en paz,Una vela para el diablo,El precio de un hombre,Hipnosis,Pánico en el Transiberiano y la serie para TVE Juanita la larga.Si tuviera que mencionar una sola,sería “Tengamos la guerra en paz”,una comedia.

En su filmografía ha tocado usted diferentes géneros.¿Cambian sus métodos o forma de dirigir a técnicos y actores entre films tan distintos como El desafío de Pancho Villa,Pánico en el transiberiano o La chica del molino rojo?.
No,en absoluto.El oficio de rodar,es decir,la mecánica creativa para contar la historia siempre es la misma.Tan solo resulta necesario matizar diferencias dependiendo de la forma de “volcarse” la personalidad de cada actor.Pero siempre se busca lo mismo: verdad dramática.

Ha dirigido usted a nombres míticos de la cinematografía tanto nacional como internacional:Aurora Bautista,Christopher Lee, Mel Ferrer,Marisol,Peter Cushing, Judy Geeson… ¿Se siente más a gusto rodando con actores tan reconocidos o prefiere interpretes sólidos pero sin ser “estrellas”?, ¿con que interprete se ha sentido más emocionado por trabajar?
Por fortuna,nunca tuve problemas con los actores de tipo “estrella”,y me ha resultado igual de placentero rodar con unos y con otros.Me he sentido feliz y emocionado con casi todos cuando la escena a rodar tenía la adecuada carga dramática y se conseguía ese punto preciso en que salta la chispa de la “verdad”.(De nuevo la misma palabra).Pero sí puedo recordar que uno de los que me asombraron más por su tremenda “frescura” y “originalidad” fue El Brujo,con quien rodé la Serie Vísperas para TVE.


Eugenio en el rodaje de Simbad y la Princesa en el centro con gafas de sol al lado de Ray Harryhausen 

Empieza usted a dirigir cine a finales de los años 50.¿Cuáles son las claves en su opinión,para mantener una carrera cinematográfica longeva como la suya,que llega hasta finales de los años 90?.
La respuesta es tan complicada que no cabe aquí.Solo puedo apuntar que para sobrevivir de la profesión he debido trabajar sin parar.Y a veces resultaba imposible decir que no ante un proyecto flojo y en el que no podías o sabías mejorar el guión. Aunque – por suerte - nunca tuve que aceptar nada indigno ideológica o moralmente.

¿Hay de entre todos sus films alguno que se haya arrepentido de hacer o que le hubiese gustado poder hacer de nuevo?.
Nunca me arrepentí de ninguno,porque nunca serví intereses turbios.Jamás.Otra cosa es que me hubiera gustado rodar de nuevo muchas de mis pelis,sin duda, con un guión mejor.Pero es un comentario sin sentido.

Pánico en el transiberiano es desde hace años un título de culto que a menudo se compara con las producciones de la compañía británica Hammer Films.En esa época,¿pensó usted en algún momento de dar el salto al cine extranjero de género o tuvo oportunidades de hacerlo?.
He tenido varias oportunidades para ir a trabajar fuera.No solo en Estados Unidos,sino también en Italia.Entre otras razones porque hice muchas coproducciones y tuve muy buenos contactos y amistades de americanos y de italianos.No sé porqué no me fui.Eso se hace cuando comienza tu carrera.Y en aquel momento yo no podía irme,por obligaciones familiares.Por otro lado,nunca estuve seguro de qué alternativa era mejor,quedarse o irse.



Una vela para el diablo es una de las producciones españolas de terror más estimables de los 70,al menos en mi opinión y cuenta con grandes interpretación de Aurora Bautista,Judy Geeson o Esperanza Roy.¿Hay algún recuerdo o anécdota en especial que guarde de esta película?.
Fue un rodaje muy tranquilo y profesional.No recuerdo anécdotas particulares.Era muy sugestivo rodar rodeado de un pueblo como aquel,es decir,de aquella autenticidad.Yo escogí ese pueblo sin saber que está considerado estadísticamente como el pueblo donde más llueve al año de toda España.A nosotros no nos cayó ni una gota, por suerte.

En Pánico en el transiberiano repite usted con el interprete Telly Savalas,después de El desafío de Pancho Villa.¿Fue una elección personal o algo impuesto por los productores?.
Telly estaba contratado por Phil Jordan para hacer otra película. Y había un acuerdo proponiendo que fuera sobre Pancho Villa.

Existe una versión para televisión de Pánico en el transiberiano que dura unos minutos menos que el montaje cinematográfico. ¿Superviso usted la versión para la pequeña pantalla o fue hecha sin su conocimiento o aprobación?.
No tenía ni idea de que existiera esa versión. El mundo es una jungla de piratas y listos.

La mujer de Peter Cushing había fallecido unos meses antes del rodaje de Pánico en el transiberiano y era bien conocido su negativo estado anímico.¿Cómo fue el trato con Cushing durante la producción?
Exquisito.En primer lugar era un hombre que arrastraba su dolor reciente por aquella muerte.Pero además es que su manera de ser y de comportarse resultaba tan educada y desvalida que todos lo apreciamos enseguida de una forma singular.



En Pánico en el transiberiano aparecen dos de las musas del cine español de la época,Silvia Tortosa y Helga Liné.¿Qué recuerdo guarda de ellas durante el rodaje?,¿eran las actrices que tenía en mente desde el principio o hubo cambios importantes en el casting?.
El recuerdo es entrañable,porque disfrutaron de la peli y cuando nos hemos visto posteriormente siempre sentimos el calor de haber hecho juntos algo que nos gustó.Una de las razones de escogerlas para el cast fue – aparte de su calidad y atractivo – el hecho de que hablaban inglés.

¿Cuál fue la secuencia más difícil o complicada de rodar en Pánico en el transiberiano?.
Las secuencias en las que los actores debían actuar con las lentillas especiales.Entonces no existían todavía los efectos digitales,y nuestros actores quedaban ciegos,con los problemas que podéis imaginar.

Una vela para el diablo es un film con reparto mayoritariamente femenino,con la excepción de Víctor Alcázar o Fernando Villena.¿Se adapto usted bien ante el reto de dirigir a un grupo de mujeres tan fuerte y conseguir interpretaciones sólidas,más aún teniendo en cuenta los diferentes métodos y procedencia de cada una de ellas?.
La sensibilidad de las actrices suele ser bastante parecida,sin importar su nacionalidad o lugar de origen.Fue un placer disponer de un casting como aquel.



Iván Zulueta es quien realiza los créditos de Pánico en el Transiberiano.¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar con él?
Yo no conocía a Zulueta en aquellos días.Ni siquiera sabía quien era. Él tenía amistad con uno de los americanos de nuestra compañía,y éste fue quien me lo propuso.Yo hablé con Iván y sus ideas me gustaron. Quedé muy contento de lo que hizo con los títulos.

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