Volviendo a ojear The Blind Dead Collection,el estupendo ataud-pack que la empresa Blue Undergrond comercializó con la tetralogía de los Templarios de Amando de Ossorio,me fijo en el dvd de la primera pelicula de la saga,La noche del terror ciego.En sus extras me vuelve a llamar la atención lo que algunos avispados distribuidores norteamericano hicieron con la película en los Estados unidos.
Para ser proyectada en el circuito de salas rurales y drive in cinemas,a algún sinverguenza no se le ocurrió otra cosa que emparentar el film de Ossorio con El planeta de los simios y sus secuelas.
Con la intención de colarla como una continuación más de The planet of the apes,se llegó a proyectar con el muy engañosos título de Revenge from planet ape.Se incluyó al principio una voz en off que emparentaba a los primates con los Templarios,afirmando que era los espectros de los guerreros gorilas,y se realizó un nuevo cartel para terminar de rematar el engaño.
Con la intención de colarla como una continuación más de The planet of the apes,se llegó a proyectar con el muy engañosos título de Revenge from planet ape.Se incluyó al principio una voz en off que emparentaba a los primates con los Templarios,afirmando que era los espectros de los guerreros gorilas,y se realizó un nuevo cartel para terminar de rematar el engaño.
Aquí están las pruebas.
El prólogo viene a decir algo parecido a lo siguiente.
"Cuenta la leyenda que hace 3.000 años,una civilización de simios superinteligentes luchó con el hombre por el control del planeta.Al final, fueron derrotados por los hombres en una brutal batalla,que acabó destruyendo a los simios,su cultura y su sociedad.Después de la batalla, los hombres torturaron y asesinaron a todos los prisioneros simios, atravesándoles los ojos con un hierro al rojo vivo.Uno de los prisioneros,que también era el líder de los simios,juró que regresarían de entre los muertos para cobrar venganza de la brutalidad de los hombres,antes de que éstos destruyesen la propia Tierra. Ese momento ha llegado.”
Ahí lo dejo.
¡Cuanta inventiva y desverguenza tenían los hacedores de xploits de los 70!